Esta mañana de madrugar, de estar prestos y dispuestos para acompañar a Jesús Sacramentado, engloba, posiblemente, el auténtico arraigo de la fe antigua de un pueblo histórico y comprometido con sus devociones.
El domingo 11 de Mayo se vivió una celebración sacramental llena de belleza, de calor, de galas tempranas, de altares puestos con esfuerzo sencillo y elegancia aprendida por tantos años de alabar al Santísimo.
A las 9 partio la procesión desde la Parroquia, y durante más de tres horas, bajo un calor intenso, pero con las emociones a flor de piel, se recorrieron las calles del pueblo, se visitaron altares, y se llevó la comunión a enfermos e impedidos. Sonó la música en honor y respeto al Dios mismo del altar, y no faltaron cohetes al cielo que anuncian las tradiciones hondas del pueblo, esas que se escriben cada año en mañanas como la de hoy, las que reciben los niños de sus padres, y que aseguran su pervivencia.
Enhorabuena y gracias a todos los que hacen posible estas horas tan intensas.
Enhorabuena y gracias a todos los que hacen posible estas horas tan intensas.
(Altar de la Hermandad del Rocio)
(Altar de Traspalacio)
(Altar de la Plaza de la Inmaculada)
(Altar de la calle San Bartolomé)
(Altar de la Plaza Virgen del Rocio)
(Altar de la zona del antiguo Polideportivo)
(Altar de Plaza de Andalucia - la Era)
(Altar de la Hermandad Sacramental en la puerta lateral de la Parroquia)
