Ahora si, ahora se calca la letra de la sevillana trianera que dice "cuando falta una semana, pa salir de romeria...."
A esta hora, dentro de una semana, la Hermandad de Umbrete ya camina en busca de los pueblos vecinos, como Benacazón, donde pasa entre clamores en busca de los caminos y vereas. Será pues la hora de la verdad, de la fe, de la emoción del que parte, de las lágrimas del que se queda, de la nostalgia del que ya no puede ir, del que se estrena en nerviosismo rociero, del que enseña y del que aprende, y siempre, siempre, la hora de la entrega desinteresada, y del momento íntimo para la oración elevada al cielo por los que ya no están y que tantos años realizó ese mismo camino.
Todo empieza a estar exactamente dispuesto, con el compás de los tiempos precisos que son marcados por el devenir de los siglos, por el discurrir de los renglones de la vida, que hacen que se cuenten por muchos centenarios la historia de la devoción a Santa María de las Rocinas.
En cualquier pueblo del Aljarafe hay carriolas paradas en las puertas de las casas. Cuando cae la tarde verás dentro de ellas a quienes se afanan en preparar con mimo cada detalle. Esas personas temblarán de emoción dentro de siete días, porque volveremos a salir en busca de la Madre de Dios.
Solo siete dias hermanos.
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