La Real, Iluste, Antigua y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Rocio de Umbrete, número 7 entre las filiales, regreso anoche de los caminso que la llevaron de ida y vuelta a las plantas de Nuestra Bendita Madre.
Atras quedó otro Rocío vivido. Habrá muchas cosas que recordar, que analizar y que añorar. Pero anoche el pueblo se echó a la calle a recibir a su Simpecado, que poco antes de las 12 de la noche se colocaba en el altar mayor para que fuera rezada la salve y a continuación fue subido a su retablo entre los vivas de los hermanos.
Además, el Cajón entro por vez primera en la recién terminada Casa Hermandad que, a falta de ciertos detalles interiores, pronto sera inaugurada.
Quiero enviar dos abrazos. Uno a nuestro párroco, que nos sorprendió a todos presidiendo la Misa de Romeros del día de la salida, ya restablecido y con las energias de siempre.
Otro para la familia rociera de la Hermandad de Villanueva, por la terrible pérdida de su joven hermano rociero en la Aldea. Que la Virgen los conforte y reciba en el cielo a este joven que ya mira a los ojos de la Señora eternamente.
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