Nadie queda indiferente cuando, una mañana como hoy, con nuestro ir y venir, siempre con prisa, siempre sin mirar mas alla de nuestros propios pasos, al desembocar por una calle mas o menos centricas de este pueblo aljarafeño, topas con la figura conocida de un tamborilero, del nuestro, de Juan Tenaza.
Como ya dije, desde ayer lunes, como cada año, cuando faltan nueve días, su flauta y su tambor anuncian, con un toque dulce de maestro, sonidos que traen mensaje de "pará", de salida, de caminar junto al simpecado, de polvo y arena, de calor o de noches frescas, de madrugadas y madrugones, de nostalgias y emociones.
Ves venir a Juan, oyes su tamboril, lo ves alejarse, y eres perfectamente consciente de que por fortuna la Virgen ha querido que una primavera más puedas ir a verla como hace siglos llevan haciendo tantos rocianos buenos.
El tiempo está como tiene que estar. Lashoras pasan y dentro de una semana no faltarán cohetes en el cielo porque el Cajón estará en la puerta de los mayordomos para pasar en vela la noche de la víspera.
Repito: que poco falta.
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