El pasado sábado, que fue día grande del Rocío Chico, pues culminaba el Triduo y era vispera de la Función Solemne, estaba la Aldea a rebosar.
Estando en las arenas del Real, se me vino a la memoria un rociero. Nos dejó hace ya cinco años. Alli mismo, en su Rocío, en su Aldea, fue a buscar a la Pastora para siempre. Fue un 18 de Agosto.
Ya hace cinco años que su estampa falta por los caminos cuando Umbrete peregrina. Pero su recuerdo nunca ha faltado ni faltará. Su nombre rotula la calle donde en breve se inagurará la Casa Hermandad en Umbrete. Y su espíritu de entrega sigue siendo un referente en nuestra Hermandad. Trabajo, devoción, y la Virgen siempre presente.
Rafael Gonzalez Lahera fue hermano, fue presidente, fue alma rociera que sigue entre nosotros. Sirva este pequeño recordatorio de homenaje a un rociano de corazón que quiso irse a las marismas celestes hace ya un lustro, durante el Rocio Chico.
Viva la Virgen del Rocio. Que cerca la ves todos los dias, Rafael.
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