viernes, 28 de mayo de 2010

De vuelta.

"ESCONDÍA" EN LOS PINOS,
LA PRIMAVERA
ME ESTÁ LLAMANDO A SU VERA
SE ACABAN LOS CAMINOS
Y EL CORAZON NO SE ENTERA"

Así reza la letra de Los Romeros. Todo tiene su punto y final, aunque, si de verdad sientes en rociero, no es mas que un punto y seguido.

Atras ha quedado toda una fuente de recuerdos y emociones. No tienes mas que cerras los ojos y volver a sentir los nervios de la salida, las aguas del Quema con un nudo en la garganta, los porches manriqueños, los arenales de la Raya, la noche de estrellas de Palacio, la alegria del angelus en el ajolí.

Un Rocio te deja besos y abrazos de quienes mas quieres, de quienes van contigo. Un Rocio vuelve a dejar en el camino al que va por rutina o moda, a quien va buscando una gloria mundana del figureo que se queda enterrada en las arenas. Un Rocio te inunda al retina de Simpecados, de luces, el oido y el alma de plegarias y vivas, el tacto de la rueda que sujetas cuando para la carreta, el gusto de la sequedad de la polvareda, el olfato de amanecida fresca....

Porque, hermanos, el Rocio siempre ha sido, es y será la Virgen. Esa es su fuerza. Esa fe que volvemos a sentir al cerrar los dedos sobre Su reja, cuando llegamos para alzar los ojos hacia Ella.

Hemos visto alejarse las carretas, hemos visto llegar a Espartinas, a Villanueva, hemos rezado nuestro Rosario con velas camino del templo. Ayer se lleno Sevilla de romero por sus cuatro costados, para decir adios a otro camino.

O no.

No decimos adios. Solo hasta pronto. Aqui seguiremos. Porque para eso Los Romeros nos cantan que "el corazon no se entera". El que late por la Señora nunca viene de regreso. Hay un año entero para rezarle, cantarle y trabajar por las Hermandades y hacer mas grande el movimiento rociero.

Sigamos caminando.