La sonrisa de los niños volvio a tomar las calles de Umbrete en una nueva edición del Rocio de los Niños que tuvo lugar el martes 14 de Mayo, en plena ebullición rociera, no en vano solo faltaba un día para que salieran las carretas a los caminos.
Un año más se desbordó la emoción en las miradas y la alegría infanti, gracias al esfuerzo de profesores, padres, madres, niños y niñas del CEIP Principe Felipe, que por tercera vez ponía en marcha esta iniciativa, y también por vez primera al CEPI Arcu, que se sumaba a esta manera de conocer y sentir nuestras tradiciones.
Carretitas hechas en casa, con cariño entre padres e hijos, unas con mas arte o salero que otras, pero todas desde la más absoluta de las ilusiones. Niños y niñas ataviados de flamenca o de corto, en homenaje a una forma de vivir una tradición de siglos. Y público, muchísimo publico que no se quería perder esta explosión de color y de vida.
En torno a las once de la mañana llegaba la comitiva del CEIP Principe Felipe a la Parroquia. Resulto conmovedor ver ese cortejo de carretitas tiradas por los más pequeños, al principio, hasta por los mas mayores, al final, en una hilera de pequeños rocieros que sumaban un total de treinta y tres carretitas. En el templo volvieron a escucharse los vivas y la Salve, desde la mejor de las purezas, la de los corazones infantiles que aprenden estos retazos de nuestra cultura histórica arraigada en la fe de un pueblo.
A la salida de la parroquia, aguardaba una emoción más, puesto que en la Placita de la Virgen del Rocío ya se encontraba la comitiva rociera del CEIP Arcu tambíen compuesta por treinta y tres carretitas, y por la ilusión incontenida de esos padres y madres que estrenaban su Rocio de los Niños, y que aguardaban a los niños del Principe Felipe, ya "veteranos" en su tercera edición.
Alli, ante el monumento a la Virgen del Rocio, cantaron los coros de ambos colegios, y se produjo un acto de hermanamiento, con intercambio de recuerdos entre ambas directoras, sellando lo que, confiemos, sea un largo trayecto de esta actividad que se ha ganado un hueco sentido en las visperas rocieras de Umbrete. Luego, el CEIP Arcu prosiguió hasta la Parroquia para, igualmente, cantar la salve en el templo.
Cuantas sonrisas en esa mañana, y cuanto pellizco rociero en el encuentro de muchas generaciones, abuelos, padres y niños, encontrados en el rocierismo de Umbrete, que desde los Colegios Principe Felipe y Arcu, sin complejos, han sabido enfocar y promover. Gracias a todos los que hicieron posible una mañana de emociones en plena primavera aljarafeña.
