Uno no es carnavalero. Ni se ha criado en esas lides, ni su interes en las fiestas de febrero, este año marzo, va mas alla de admirar y asombrarse por la pequeña pantalla de las grandes dosis de talento que se derraman en tierras gaditanas por los que derrochan sentimiento sobre las tablas del Falla.
Sin embargo, nunca debe el espíritu quedarse cerrado para nuevas sensaciones o para participar de pequeñas-grandes emociones del día a día, sin pretensiones.
Hoy, en este pueblo, se realizaba por vez primera una fiesta publica de Carnaval. Con carácter eminentemente infantil.
Se tomaban carrozas de la Cabalgata de Reyes, y se contaba con los peques de los colegios y del instituto. Y a su alrededor, todos los niños y los padres que quisieran, con sus disfraces, recorrieron el pueblo entre tambores de charanga, con canticos de chirigota de primaria.
Sencillo, sin aspavientos. Participar y divertirse. Padres e hijos. Pequeños disfrutando de efimeros disfraces con sus amigos. Un simple, para ellos grandioso, paseo entre calles conocidas vestidos de caballero, dama, enfermera, vaquero, payaso o caperucita.
Luego, en la caseta municipal, un rato de amena diversión, con concurso de disfraces, chirigotas del colegio, y sobre todo, niños que iban y venían compartiendo una vivencia mas alla de la Nintendo Wii o la PlayStation.
A los niños se les esta olvidando jugar entre ellos, hacer de la imaginación su juego mas infantil. Hoy todo eran sonrisas. En algo que se estrenaba, y que se compartía.
Por eso es de justicia alabar el esfuerzo de quienes lo han hecho posible. De quienes se han dejado de complejos, del temor al que diran porque "aqui nunca se han celebrado los carnavales", a quienes han tenido la valentía de montar todo esto, para tan solo echar unas risas y pasar un rato entrañable viendo disfrutar a los pequeños.
Hoy, el merito ha sido de los voluntarios, que se han dado el lote de trabajar. Del Ayuntamiento de Umbrete que se ha volcado con la idea. De los niños y niñas que han hecho que sus padres busquen los disfraces en los armarios, y han llenado de color una tarde que se empeñaba en llenarse de nubarrones amenazantes de lluvia. De esos padres que han alargado su jornada llevando a indios, al zorro o a pipi langstrum, damas o spidermans, y bobs esponjas, a cuestas. De ese AMPA Los Pintores que se ha dejado el resuello en la barra. De ese "Arcu", colegio nuevo de fuerza incipiente.
Y es, tengo que decirlo, mérito de un colegio, el Principe Felipe, y de una directora, Mari Carmen. Me da igual que no me lo perdone, pero si no lo digo no me lo perdono yo. El trabajo sin desfallecer es un valor en extinción, como también lo es tener criterio propio y seguir con el hasta donde haga falta. Ha apostado por una iniciativa que exigía mucho esfuerzo y empeño. Y ha salido adelante. Mari Carmen esta demostrando en su "cole", no solo ser una maestra del siglo XXI con la raza y escuela de esos maestros antiguos que sus alumnos recuerdan toda la vida, sino una trabajadora incansable que lo mismo combate hasta conseguir que su centro sea bilingüe, como embarca a su equipo en hacer una jornada infantil de Carnaval, y que su coro de campanilleros cante por chirigota, los ya famosos "Uvines", con Diego, Tatiana, Adelaida y Carlos marcando guitarra y compás. Que me perdonen los que no nombro, pero hoy me siento tremendamente orgulloso del CEIP Principe Felipe y del equipo que hace posible que empeños como este se lleven a cabo.
En este blog se habla del Rocio, pero tambien del pueblo. Y siempre habra un rincón para hacer mención a quienes hacen de su trabajo una constante, en pro de los mejores resultados, y siempre pensando en que queda mucho por hacer y mejorar. La escuela del esfuerzo y la entrega que queremos para nuestros hijos.
Enhorabuena a todos y un abrazo.
