domingo, 6 de marzo de 2011

Lagrimas de Marzo




El primer domingo de Marzo en el Rocio tiene para Umbrete aromas de estreno, de vispera de las visperas, de comienzo de emociones.

La Misa de Marzo no supone carretas o bueyes, ni volantes o sombreros. Tan solo hermanos con su medalla al pecho para participar de la Eucaristía ante la Virgen.

La Hermandad parte de su Casa en la Plaza del Acebuchal, llegando a la Ermita cuando los hermanos de Coria del Rio ya abandonan el templo.

Fray Guillermo ofició la Misa, y las plegarias a la Virgen desde el Coro ponen la nota musical a la celebracion que nos anticipa la primavera.

Ante la reja, oraciones y manos aferradas clavan los ojos ante la Virgen.

Cerca de mi, una mujer se acerco a tomar la comunión en una de las capillas laterales, y se quedó cerca de la reja. Al elevar sus ojos a Ella, la emoción le traiciona, y busca de inmediato unas gafas de sol y un pañuelo de papel. Pero no hay barrera al sentimiento, y las lagrimas revelan el recuerdo, la nostalgia o la ausencia.





Ese Rocio es el que me llena el alma. Cada vez me siento mas lejos del rocierismo de oropel. Me quedo con el sentimiento sin palabras de esa mujer, hermana o no, pero rociera siempre, que le rezo a la Virgen sin mover los labios, y solo sus lagrimas eran la grandiosa plegaria que sale del corazón. Lagrimas de marzo como flores a la Madre de Dios. Me quedo, siempre, con tantos rocianos hondos de fe, a los que les basta su medalla y, siempre, siempre, la Virgen del Rocio.

Como canta Eduardo Palencia "No me hace falta llevarla y eso la Virgen lo sabe, yo la llevo con el alma p'a que no se entere nadie".

Gracias a Ella por habernos dejado compartir otro primer domingo de marzo. Que el Divino Pastorcito nos bendiga.