La pervivencia de las Fiestas, de las celebraciones antiguas, dice mucho de los pueblos y sus gentes, que han sabido guardar, como oro en paño, aquello que tantos siglos han depositado en la esencia misma de cada rincón.
La mañana del Día del Señor es un botón perfecto para muestra gloriosa de la continuidad en una manera de celebrar las tradiciones.
No faltan cohetes tempraneros, ni campanas que llaman a Misa. Vecinos y devotos con sus mejores galas acuden prestos a la Parroquia. La Hermandad Sacramental, vestigio de la fe de los siglos, tiene hoy dia grande en su calendario. Y la Fiesta crece, con ese paso pequeño del Niño de Dios, que ya lucia con sus frisos de flores rojas, que esta tarde caminará junto a los pequeños y pequeñas de Primera Comunión.
Y había mas. En las calles se extendía alfombras en honor al Santisimo, por las que pasará esta tarde. E incluso podía admirarse el gran altar que la Hermandad Sacramental ha dispuesto en su casa hermandad de la calle Santa Angela.
Una a una, estas pequeñas gotas de esfuerzo suman años a las centurias que vinieron y vendrán a ver como en este pequeño pueblo del Aljarafe se rinde culto al Santisimo, en el Dia que llaman "Del Señor".
(*Fotos: Ricardo José Calvo León).
(*Fotos: Ricardo José Calvo León).
