La Capilla Sacramental o Sagrario, pretende recuperar, previa restauración de sus principales tallas y esculturas, el retablo antiguo de la ermita del Rocío, que quedaría incorporado a esta capilla, en cuyo centro iría el tabernáculo que acogería al Santísimo.
La capilla penitencial, destinada a acoger las confesiones de los fieles, se ubicaría justo enfrente del Sagrario (donde ahora se encuentra la capilla de las velas), y la presidiría un retablo tallado en altorrelieve, obra del escultor sevillano José Antonio Navarro Arteaga, consistente en un tríptico en madera, con iconografías del Bautismo de Cristo, Buen Pastor y del Hijo pródigo. Este retablo será realizado en madera de cedro, tallado completo, con figuras en alto relieve, al estilo de los retablos de los grandes maestros del XVII. Sus medidas serán de tres metros de alto por uno ochenta de ancho cada uno, e irán estofadas en oro fino, cinceladas y policromadas al óleo. Las nuevas figuras medirán un metro y noventa centímetros.
A mi modo de ver, este tipo de donaciones responde al compromiso de las entidades con lugares verdaderamente reconocidos, como es el Santuario (me sigue costando decir "santuario" porque estoy demasiado habituado a decir "ermita") del Rocío, que pronto se convertirá, asi lo espero, en un lugar oficialmente reconocido a nivel internacional.
Enhorabuena a la Hermandad Matriz y tambíen a Caja Madrid por ser sensible a estos proyectos.
