lunes, 14 de abril de 2008

Un domingo eucaristico


Ayer fue una jornada brillante en la localidad. Un año más la procesión de enfermos e impedidos llevó la Sagrada Comunión a quienes no pueden valerse por si mismos.


Desde bien temprano, en un día de sol y cielo espléndidos, sonaban los cohetes por todo el pueblo anunciando la festividad.


A las nueve de la mañana se puso en marcha el cortejo, que abrían los Simpecados de la Inmaculada y del Rocío, que recorrio gran número de calles para detenerse en las casas de los enfermos, y visitar los ocho altares dispuestos por las calles que presenteban un suelo vestido de romero y flores, y que estaban engalanadas de lentisco a los lados, y también se habian colgado tiras de flores de papel. Muchos eran los balcones y ventanas que se habian adornado con damascos y colgaduras. En cada altar se despedía al Santisimo con una gran salva de cohetes.


A los sones de la banda de música de Carrión la comitiva recorrio todo el pueblo. Fue sumandose paulatinamente más publico, de modo que a la conclusión del recorrido, pasadas las once de la mañana, la Misa Solemne se encontraba abarrotada de personas.


Quisiera resaltar las palabras del Párroco, que destacó que si bien son importantes nuestros exornos, nuestros estandartes, o nuestras procesiones, lo realmente importante y trascendente es un pedazo de pan, el cuerpo de Cristo, que hoy era portado por las calles.


Podeis ver imagenes de los altares en http://www.rociodeumbrete.com/ pinchando aqui