Caia la tarde y llegó la hora de que las tablas de Cajon de Madera volvieran a crujir, con ese sonido de su centenaria hechura.
El Cajon sale de la Casa Hermandad para, normalmente, quedar en la puerta de la casa donde vive el Mayordomo de cada año. Como este año la Mayordomía la ostenta la propia Hermandad, el Cajón quedo ubicad en los Jardines del Arzobispo, contiguos a la Casa Hermandad.
Alli, un año mas, se le pusieron las flores que adornarán su primer día de camino
Cuando avanzó la noche, la estampa del Cajón a a luz de los faroles de las calles era sobrecogedora. Ya no habia público, todo era silencio, y la visión majestuosa del Cajón de Madera te decía, ahora si, que en pocas horas el Bendito Simpecado se cobijará de nuevo entre sus tablas, camino de la Aldea.
Tesoro incalculable, patrimonio de los sentidos, pura esencia rociera de este rincón del Aljarafe.
