miércoles, 29 de mayo de 2013

Rocio 2013: Calle Sacrificio



Es viernes a mediodia. Aunque las nubes se parezcan mas a las de un atardecer amenazante. No. Es viernes de Rocio, solo un rato después de la hora del Angelus. 

Umbrete ya dejó atrás el Ajolí, el Puente del Rey, y tras parar en Gibraleón, enfila la calle Sacrificio. La mañana es desapacible, el viento es frío. El Cajon de Madera aparece en una estampa insólita, sin los adornos que rematan su parte superior, que se retiran para facilitar la colocación de los plásticos.

Pero todo eso es accesorio. En la calle Sacrificio hay via libre para la emoción mas sentida. Un año más, las voces de la Peña Flor de Romero, gargantas artistas de Bollullos del Condado, vuelcan su sentimiento hacia Umbrete, su Simpecado y su Cajon de Madera. Y otra vez la guitarra y las letras especialmente dedicada a esas tablas mas que centenarias, a esos rocieros antiguos, a tanta esencia del camino que estos romeros de Bollullos prenden al aire desde el porche de su casa. Y el Cajon se detiene, igual que el tiempo, para que afloren las lagrimas, y nos deparen el momento sentido justo cuando Umbrete ya entre en la Aldea despues de su camino de ida. Y no puedes dejar de estremecerte cuando esas voces llenan el aire con la letra de este año: "para fundirse por siempre mi voz y tu Simpecao":....

Cada viernes de Rocio, un suspiro de cante en forma de plegaria, desde los amigos de Flor de Romero, para todos los rocieros de Umbrete. Que bonitas es esa mañana en las arenas de la Aldea.